La alianza entre el CIAT y el Grupo Papalotla de México ha sido una de las fuerzas propulsoras del desarrollo de pastos tropicales mejorados. La génesis de esta relación se da hacia el año 2000, cuando se explora la posibilidad de que la empresa semillera evalúe el híbrido y determinar si tiene potencial como cultivar. Hasta ese momento, el CIAT había estado operando un programa de mejoramiento de forraje y había avanzado en la producción de Urochloa (Brachiaria) y otro material genético de forraje, pero al ser una organización dedicada a la investigación, enfrentaba retos para lograr la rápida comercialización de este material. En este proceso de sinergia lo que se logra es que el CIAT pueda beneficiar a los agricultores en países en desarrollo con tecnologías mejoradas, al tiempo que, desde el sector privado, representado en este caso por Papalotla, se aporte al desarrollo, uso y diseminación de las tecnologías biológicas avanzadas logradas por el CIAT (International Service for the Acquisition of Agri-Biotech Applications, 2000).
Los primeros híbridos interespecíficos del programa de mejoramiento de Urochloa (Brachiaria) del CIAT (cvs. Mulato y Mulato-II) fueron liberados en las Américas a principios y mediados de la década de 2000 por el Grupo Papalotla (Maass et al., 2014). Originada en África y trasladada a Latinoamérica en barcos durante la trata esclavista, la Urochloa (Brachiaria) se adaptó rápidamente a los suelos ácidos de la región (CIAT, 2001). Para comienzos de los años 2000, el CIAT desarrolla el híbrido Mulato para ser liberado en 2003 con derechos mundiales en exclusiva para su producción y venta. Papalotla, por otra parte, provee semillas y asesoría a los cultivadores (CIAT, 2001). Mulato, que constituye el primer pasto híbrido tropical del mundo, se distingue por sus cualidades para incrementar la carne y la leche en un momento en que los pequeños y medianos agricultores estaban siendo golpeados por las políticas mundiales de apertura económica (CIAT, 2002).
En 2005, se produce la liberación de la variedad Mulato II (CIAT 36087) por el Grupo Papalotla. Como señala Peters (2011):
“El cv. Mulato II es el resultado de tres generaciones de cruzamiento y selección realizadas por el Proyecto de Forrajes Tropicales del CIAT, a partir de cruces iniciados en 1989 entre B. ruziziensis R. Germ. Evrard clon 44-6 tetraploide sexual B. decumbens tapf cv. Basilis 1 tetraploide apomíctico. Progenies sexuales de este primer cruce se pusieron a polinización abierta para generar una segunda generación de híbridos, de donde se seleccionó por sus buenas características agronómicas un genotipo, que se cruzó de nuevo usando el mismo procedimiento de polinización abierta con una serie de accesiones e híbridos apomícticos y sexuales”.
Con Mulato II se refuerzan las bondades de los nuevos híbridos: se continúa confirmando que resisten el paso de ganado, el granizo, que suprimen la maleza y ayudan a retener la humedad y fertilidad del suelo, además de que resisten el insecto salivazo, de modo que se constituyen en una herramienta biológica poderosa para la rehabilitación del pasto, permitiendo a la larga la mayor productividad y eficiencia agrícola (CIAT, 2001). Igualmente, se aplica a este híbrido la frase de Eduardo Stern, del Grupo Papalotla, en una publicación del CIAT (2001, p. 17) en el sentido de que con los forrajes mejorados “se necesita menos tierra para producir más, de manera que se libera la presión sobre la selva”.
En el diagrama que aparece más abajo (figura 1), se observa la evolución en los desarrollos científicos y de innovación con picos entre 2005 y 2006 cuando se lanza Mulato II y se evidencia un crecimiento notable en estos desarrollos hacia el año 2020.
La relación entre CIAT y Grupo Papalotla busca incidir en las transformaciones que se requieren para mejorar la comunicación entre instituciones y organizaciones de I&D, Universidades nacionales, ONG, empresas comercializadoras de semilla, asociaciones y/o gremios de productores, empresas público-privadas con iniciativas propias de capacitación extensión (Enciso, et al. 2019), y para mejorar el nivel de influencia regional y retroalimentación entre instituciones y organizaciones que contribuyen al mejoramiento de la promoción, difusión de tecnologías a productores y la extensión rural.
En coherencia, es la relación entre organizaciones (CIAT-Papalotla), el factor que ha permitido fomentar la I&D y expandir el mercado de los pastos híbridos a nivel nacional e internacional, lo cual genera mayor acceso a productos de calidad para los productores ganaderos mejorando la calidad de leche y la carne, así como la calidad de vida de los consumidores y las poblaciones rurales dedicadas a la ganadería.
A pesar de que entre instituciones como Papalotla y CIAT existe un vínculo fuerte, en el que la primera financia algunas actividades de la segunda y contribuye en el desarrollo de los forrajes híbridos, esto no ocurre entre la mayoría de las instituciones de Innovación y Desarrollo y agentes intermediarios. En el período 2001 a 2017 (lapso marcado por la adquisición de Papalotla de derechos exclusivos sobre los híbridos desarrollados en CIAT en 2001, hasta el inicio de la importación y distribución de pastos híbridos por dicha compañía en 2017), la venta de semillas híbridas ha presentado un comportamiento creciente pero fluctuante (Gallo-Calo et al. 2021). Según Gallo-Calo, las fluctuaciones que marcan el crecimiento de estas semillas responden a desafíos como políticas regulatorias adversas, impuestos, tradiciones culturales, movimientos del mercado internacional, factores climáticos, sociopolíticos, entre otros.
Dentro de las semillas híbridas, la más vendida es la Urochloa (Brachiaria) Híbrida Mulato II. En América Latina los principales exportadores de semillas forrajeras para el trópico bajo (regiones calurosas) son Brasil y México, donde el primero tiene un gran poder de mercado sobre los demás países de la zona, por lo que es un actor muy influyente para la determinación de las variedades a ser exportadas y para la determinación de precios (Gallo-Calo et al. 2021).
La vasta literatura ofrecida por el Grupo Consultivo sobre Investigaciones Agrícolas Internacionales (CGIAR) desde el año 1979 hasta el año 2023 acerca del programa de pastos, concluye que los desarrollos en investigación científica en pastos, y especialmente en híbridos, permiten, con un buen establecimiento de las pasturas, a las familias campesinas y ganaderas aumentar la calidad y cantidad de leche y carne del ganado, lo cual redunda en mejores condiciones económicas.
Para el año 2012, el CIAT en su informe del programa de forrajes denominado “Síntesis de los programas de investigación del CIAT” sostiene que gracias a su relación con el Grupo Papalotla, en el desarrollo de investigación científica de:
Cultivares superiores de Brachiaria (Mulato y Mulato II —ambos desarrollados en el CIAT) combinan una alta calidad nutricional, tolerancia a la sequía, resistencia al salivazo y adaptación a suelos ácidos. Su liberación por la compañía mexicana de semillas Papalotla contribuyó a mejorar los medios de vida en zonas rurales mediante una mayor eficiencia de la producción pecuaria. Además, los pequeños productores también se beneficiaron de la venta de semilla, material vegetativo para siembra y forraje. (p.1)
En el contexto de las dos primeras décadas del 2000, época del aumento de las críticas a la industria pecuaria por su rol en el cambio climático. Las investigaciones del CIAT comenzaron a dar cuenta de procesos como la restauración de tierras degradadas, disminución de las emisiones de gases efecto invernadero y la conservación de la biodiversidad. La reducción del impacto ambiental con la implementación de híbridos mejorados se ha reportado en resultados como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, así como el uso más eficiente de insumos como el agua, nutrientes, tierra y mano de obra. A lo largo de las últimas décadas se identifica la relevancia de aspectos como los impactos en la huella de carbono.
Dentro de los desafíos socioeconómicos en el mercado de semillas forrajeras identificados en la literatura, señala un aumento de las áreas del hato ganadero en varios países de la región, evidenciando la dimensión extensiva de la actividad ganadera, lo cual se expresa en bajos niveles de competitividad (Gallo-Caro et al. 2021). Por otro lado, baja biomasa y deficiencias en la nutrición animal son otros factores que conllevan a bajos resultados de indicadores de productividad, sostenibilidad y rentabilidad. En este escenario la adopción de las tecnologías de forrajes mejorados representa una herramienta efectiva para el mejoramiento de indicadores de sostenibilidad al traer beneficios en términos ambientales, económicos y sociales. Otros desafíos que se revelaron son de orden técnico: impedimentos relacionados a la falta de infraestructura adecuada y la tecnología necesaria para la producción sostenida de semillas forrajeras, lo cual ha obstaculizado la producción eficiente de semillas tanto gramíneas como leguminosas, sumado a la falta de conocimiento de los productores de las prácticas de producción y manejo de post cosecha de las semillas forrajeras (Enciso Et al. 2020b).
El uso de nuevas metodologías en los proyectos, incluidos, por ejemplo, revisiones históricas, análisis institucionales, cartografías sociales o la incursión del enfoque de género, ha facilitado una comprensión más profunda de asuntos como las limitaciones y los cuellos de botella en la investigación, lo que resulta en la identificación de desafíos de diferente orden. Esto se puede observar de manera más pronunciada a comienzos de los años 2000.
En el diagrama de Sankey que representa las relaciones en el desarrollo científico e innovación de Papalotla (Figura 7), se destaca la prevalencia de la historia institucional como el tema de mayor recurrencia. Este fenómeno refleja el vínculo esencial entre el CIAT y el Grupo Papalotla, destacando la colaboración de diversos actores y alianzas en ámbitos geográficos y científicos. La amplitud de las franjas asociadas a la historia institucional revela la intensidad de este vínculo a lo largo del tiempo (Figura 7).
Al realizar un análisis más detallado, se evidencia que el impacto social y ambiental se encuentran en el centro de la gráfica, reflejando la trayectoria de investigación sobre la ciencia de forrajes y pastos mejorados. Las franjas correspondientes a estas categorías indican la diversidad y la evolución del conocimiento, destacando los procesos de transformación del material semillero y las prácticas asociadas a este que se relacionan con el impacto ambiental derivado del desarrollo de híbridos y variedades de pasto (Figura 7). En contraste, la relación comercial emerge como el tema de menor incidencia en la gráfica, sugiriendo que este aspecto no ha sido central en el discurso textual analizado.
Además, el análisis revela que el impacto social es un elemento recurrente y significativo en el desarrollo científico e innovador de Papalotla. La amplitud de la franja asociada a esta categoría destaca su prevalencia y su conexión con el bienestar y la seguridad alimentaria de las familias rurales, así como con la productividad de las fincas que implementan los híbridos de pastos mejorados (Figura 8). A su vez, se observa un interés marcado en los impactos ambientales, indicando desafíos asociados al cambio climático y los procesos de desarrollo sostenible en la implementación de híbridos de Urochloa (Brachiaria). Estos desafíos resaltan la importancia de abordar aspectos ambientales cruciales en el desarrollo científico e innovación (Figura 8).